El conflicto espiritual es el más furioso de todos los conflictos. Cuando los ejércitos se enfrentan en la batalla, es un conflicto entre humanos, una lucha contra enemigos visibles; saben de dónde vienen y cuándo atacan. Aun en las guerras modernas las armas son físicas, pero no es así en una batalla espiritual. El conflicto se lleva a cabo dentro de cada creyente, en su espíritu, mente y emociones. Lucha contra un enemigo a quien no puede ver. Así como un comandante militar diestro sabe que
debe elegir armas eficaces en la batalla que ha de pelear, Dios ha dado las armas que se necesitan para triunfar en el ámbito espiritual. Un capitán no espera que sus soldados peleen contra los tanques de guerra con revólveres.
Dios no espera que dependamos de la sabiduría y habilidad humanas para resistir los ataques de Satanás. Para ser victoriosos, los creyentes deben confiar en las armas que el Espíritu Santo pone en sus manos.
Comentario Bíblico
I. La guerra espiritual (2 Corintios 10:1-6)
A. Una súplica tierna
Pregunta: ¿Por qué era de suma importancia que los creyentes reconocieran la autoridad apostólica de Pablo?
Aparentemente la mayoría de los creyentes corintios apoyaban a Pablo. Sin embargo, la minoría que se le oponía era implacable en sus esfuerzos para desacreditar su ministerio. Las repetidas denuncias hechas contra Pablo lo hicieron responder a los ataques. El estaba preocupado por el daño hecho a su autoridad apostólica, no a él. Si ese grupo podía destruir la confianza de los corintios en esa autoridad, el ministerio de Pablo a ellos se volvería ineficaz.
Con ternura Pablo suplicó a la iglesia recordándole la mansedumbre de Cristo, no con la mano de hierro de un dictador. Sin embargo, como se puede notar, Pablo no quería que nadie confundiera su ternura con la timidez cuando se trataba de la causa del evangelio. Sus enemigos lo habían acusado de ser valiente sólo cuando estaba ausente. Decían que Pablo expresaba sus reprensiones por carta, pero que era demasiado cobarde para hacerlo cuando estaba presente en Corinto. Pablo le suplicó a la iglesia que cuando regresara, no le hicieran demostrar a sus enemigos el valor que decían que no tenía (versículo 2). Prefería servirles con mansedumbre y ternura.
B. Las armas del Espíritu
Esta minoría de individuos ruidosos acusaba a Pablo de tener los mismos motivos de los mundanos. Pablo le hizo frente a esa calumnia. El caminaba "en la carne" (versículo 3) sólo en el sentido que todos los humanos deben vivir en su cuerpo en este mundo.
Sin embargo. Pablo no dirigía su vida de acuerdo a las normas humanas pecaminosas. Sabía que estaba en una batalla espiritual así que nunca trató de pelear con armas carnales. Es inútil utilizar la sabiduría y habilidades humanas contra los enemigos espirituales. El más sabio no puede hacer nada contra las fuerzas espirituales malignas.
Pablo echó mano de las armas que el Espíritu Santo suple (versículo 4). Luchó contra el enemigo con armas que incluían la oración de intercesión, la Palabra de Dios y los dones sobrenaturales del Espíritu. Estas armas pueden echar abajo toda resistencia que Satanás lanza.
Pregunta: ¿Cuáles son algunas fortalezas de Satanás en la sociedad de hoy?
Aunque las "fortalezas" mencionadas en el versículo 4 no se especifican, en seguida podemos reconocer algunos ejemplos. Satanás usa instrumentos humanos para fortificar sus defensas y afirmar su lucha contra Cristo. La gente impía hace un esfuerzo conjunto para resistir a la autoridad de Dios. Algunas veces hay organizaciones que atacan al cristianismo directamente, tal como los gobiernos que declaran ilegal la propagación del evangelio. Existen fuerzas que promueven la actividad pecaminosa dentro de la sociedad, tales como la pornografía y las drogas. Las religiones falsas pueden alcanzar popularidad. En cualquiera de estos casos, los enemigos de la Iglesia podrían estar respaldados por lo que parece ser un fondo grande de finanzas. Nombres de personas celebres podrían asociarse con estas fortalezas. Oponerse a ellas con eficacia está más allá de los recursos personales o capacidades de cualquier cristiano, pero Pablo dijo que las armas del Espíritu son más poderosas.
Pregunta: ¿Por qué es importante que el fundamento doctrinal de la Iglesia se mantenga firme?
Luego de dar una descripción de las fuerzas que se han afirmado para la batalla contra la obra de Dios, Pablo expresa su deseo de restaurar la potencia espiritual de la iglesia en Corinto. Quería estar seguro de que la mayoría de los creyentes corintios estaban firmemente establecidos en la fe y el respaldo de su ministerio. Cuando estuviera seguro se prepararía para tratar con los pocos que todavía dividían a la congregación (versículo 6).
Los enemigos que los cristianos enfrentan son formidables. Cada creyente tiene desafíos que ponen a prueba su fe más allá de los límites de su propia fuerza, pero es precisamente entonces cuando la victoria espiritual está a su alcance. Como Pablo dice dos capítulos más adelante, el poder de Dios se perfeccionará cuando lo débil del hombre confíe en Él (12:9). El temor no tiene que paralizarlo. El Espíritu de Dios pone a la disposición de los cristianos armas espirituales con las que pueden obtener la victoria contra la oposición más resuelta.
II. Confrontación de falsos maestros (2 Corintios 11:2-4,13-15)
A. Debilitación del fundamento
En la batalla de Satanás contra la Iglesia, la mayoría de sus ataques no son de frente. Una de sus estrategias más eficaces es la de debilitar el fundamento doctrinal de la Iglesia al propagar el error. Pablo temía que los emisarios del diablo en Corinto estaban usando esta táctica.
Pablo usó como ejemplo la seriedad y santidad de la relación matrimonial para ilustrar la de la Iglesia con Cristo. Se consideraba como un padre y a la iglesia en Corinto como la hija virgen que le había prometido a Cristo como novia. Estaba consciente de otros que competían por sus afectos, y se despertó su celo santo.
El comparó las artimañas de esos engañadores con la astucia de Satanás cuando engañó a Eva. El conocía la estrategia del enemigo y su astucia al tratar de ganarse el favor de la novia de Cristo. "Sincera fidelidad" se refiere a la devoción pura y sin desvíos que había caracterizado la relación de los corintios con Cristo en el pasado. Si ellos se rendían a las enseñanzas de los falsos apóstoles, esa sincera fidelidad seria destruida (versículos 2-4).
B. Expertos en el engaño
Tenga en cuenta el engaño triple que el mensaje de los falsos maestros presentaba: Jesús, espíritu y evangelio diferentes (versículo 4). Nadie debe pensar que una enseñanza no puede investigarse para ver si es errónea sólo porque el nombre de Jesús se menciona en ella. La gente a veces usa el nombre de un personaje célebre para beneficio propio; los falsos maestros religiosos también usan el nombre de Jesús con el mismo fin. En la época de Pablo, fue "otro Jesús." El espíritu que impulsaba a los falsos apóstoles en Corinto no era el Espíritu Santo sino "otro espíritu". Su "evangelio" puede haber parecido espiritual, pero era como el que Pablo mencionó en Gálatas 1:6,7: "No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo". Era otro mensaje religioso, no el de las buenas nuevas de Jesucristo.
Pregunta: ¿De qué manera sigue el error religioso moderno reflejando las mismas faltas básicas señaladas por Pablo?
El "otro Jesús" de los falsos maestros religiosos modernos a menudo es una persona de hermoso carácter y lleno de buenas enseñanzas y dichos maravillosos. Es un ejemplo de bondad y amor. Poco dispuestas a aceptar la divinidad del verdadero Jesús, las religiones falsas presentan a un Jesús que ocupa el mismo nivel de importancia que los otros maestros religiosos de la historia. No es el Jesús del Nuevo Testamento. El Jesús que esa gente predica no es el Hijo de Dios nacido de una virgen; el Salvador del mundo que murió, resucitó y ascendió a los cielos; el Juez y Rey venidero.
En los versículos 13-15 Pablo exhorta a los cristianos a no juzgar a los maestros religiosos sólo por sus apariencias. Los falsos maestros hacen todo lo posible por parecer genuinos. Ellos usan muchas de las mismas expresiones de los maestros cristianos. Para tener éxito en el engaño, siguen el ejemplo de Satanás, que es su líder. Satanás no le presenta una cara horripilante al mundo. Se acerca a la gente para ofrecerle muchos placeres y cosas hermosas. Con su falsa "religión" Satanás les da una apariencia de espiritualidad a los estilos de vida que promueve. Las primeras tentaciones que Satanás presenta a la gente no siempre son hechos aparentemente terribles, aunque estos pueden venir después que sus víctimas han caído en la red, engañadas por su disfraz de ángel de luz. Como Satanás, los falsos maestros pueden paulatinamente llevar a los inocentes cada vez más profundo en el pecado. También, como Satanás, ellos tendrán que estar ante el tribunal de Dios. Su fin ha de ser conforme a sus "obras" (versículo 15).
Las enseñanzas religiosas falsas pueden diferir en muchos aspectos, pero tienen una serie de características en común. Esas enseñanzas promueven una religión de obras, y niegan que el hombre necesita a un Salvador. Muy a menudo, rechazan el principio de que el hombre ha de dar cuenta a Dios de sus decisiones. Las enseñanzas falsas no reconocen a Jesús como el Hijo de Dios, aunque a veces usan el mismo lenguaje para engañar y encubrir ese hecho. Rechazan la expiación, la resurrección y la segunda venida de Cristo. Los cristianos deben estar al tanto del lenguaje engañoso de los falsos maestros. Su terminología suena bien pero es sólo un disfraz para sus mentiras. Los cristianos no pueden darse el lujo de ser crédulos y aceptar toda enseñanza que parezca religiosa. Deben estar llenos del Espíritu y tener un buen entendimiento de la Palabra escrita para mantenerse alerta contra las estratagemas de Satanás.
III. Sufrir por Cristo (2 Corintios 11:23-31)
A. Los conflictos de un apóstol
Pregunta: ¿Por qué dijo Pablo que hablaba como loco al mencionar sus sufrimientos?
Los conflictos espirituales pueden llevarlo a uno a sufrir físicamente como dijo Pablo. Su relato de lo que tuvo que sufrir fue la respuesta a los reclamos de los falsos apóstoles de Corinto. Pablo no era jactancioso, así que cuando sintió la necesidad de jactarse para compararse a los engañadores, dijo lo siguiente como prólogo a su comentario: "Como si estuviera loco hablo" (versículo 23). Es decir, que tenía que hablar de esa manera para referirse a las acusaciones de que era objeto.
El apóstol retó a los engañadores a que se asemejaran a él en lo que había sufrido por Cristo. El trabajó constantemente más que cualquiera de ellos; fue azotado, sufrió prisiones y estuvo en peligros de muerte a causa de Cristo y su ministerio. Tales cosas no les ocurrieron a los falsos apóstoles.
Algunos de los sufrimientos que Pablo mencionó están registrados en el libro de Hechos. Por ejemplo, el naufragio. Fue azotado ocho veces, cinco de las cuales fueron los cuarenta azotes menos uno administrados por los judíos de las sinagogas. Sólo los azotes recibidos en Filipos se describen en Hechos 16:22,23. Los detalles de la lapidación en Lisera pueden encontrarse en Hechos 14. Pablo también mencionó una noche y un día pasados en alta mar.
Pablo viajaba constantemente para propagar el evangelio. A menudo cuando viajaba, corría el riesgo de que le hicieran daño. Ya fuera en alta mar, las ciudades o el campo, sabia que corría muchos peligros. Había ladrones en los lugares por donde viajaba. Algunos de los hombres que pretendían ser "hermanos en la fe" eran sus enemigos. Y hasta la gente a la que trataba de alcanzar con las buenas nuevas de Cristo lo trataron mala en más de una ocasión. Pablo a menudo estaba adolorido y agotado. Tenía noches de insomnio y a veces sufría hambre y pasaba frío por falta de suficiente ropa.
B. El sufrimiento Interno
El sufrimiento físico no fue el único de Pablo. Siempre sentía la responsabilidad de cuidar las iglesias. Si un creyente era débil o caía en el pecado, Pablo sentía compasión por él. ¿Acaso sus detractores podían decir lo mismo? Pablo concluyó al decir que si tenia que jactarse ("gloriarse") lo haría de las cosas que mostraran su debilidad. Pablo podía clamar a Dios para que diera testimonio de la verdad.
Pregunta: ¿Cómo puede el sufrimiento interno ser a veces tan severo como el maltrato físico?
Algunos creyentes tal vez no sean llamados a sufrir la clase de dificultades físicas de Pablo, pero tarde o temprano su identificación con Cristo hará que tengan que hacer alguna clase de sacrificio. Siempre que el cristiano enfrente las pruebas. Dios estará presente para ofrecerle su poder sustentador. Pablo aprendió que a medida que sus debilidades físicas se volvían más evidentes durante las pruebas, el poder espiritual de Dios era más abundante. No importa qué pruebas enfrente el cristiano, la gracia de Dios es suficiente.
Aplicación
Las batallas espirituales deben pelearse con armas espirituales. Como los soldados en la guerra, los cristianos deben ser diestros en el uso de esas armas. Si las descuidan sabrán que es imposible vencer al enemigo. Los creyentes deben afirmarse en las Escrituras para poder usar las verdades de Dios contra Satanás tal como Jesús hizo cuando fue tentado. Los cristianos deben orar para obtener poder para vencer las fortalezas de Satanás que como humanos no pueden derribar. Deben depender del poder y la gracia del Espíritu Santo que lleva a cabo lo que ellos nunca podrían hacer solos.
El estudio de esta semana les da una respuesta a los que creen que la doctrina verdadera no es importante. Las falsas enseñanzas pueden destruir la vida del creyente y dividir a las congregaciones. Los creyentes deben estar firmes en los caminos de Dios tal como los determinan la vida de Jesús y la Palabra escrita, para ayudar a otros que hayan sido engañados por el error y la mentira. Los falsos maestros son buenos promotores de lo que propagan. Los cristianos no deben creer todo lo que oyen, ni pensar que deben aceptar todo lo que parezca religioso.
Ningún sufrimiento es agradable, pero a veces puede ser el precio que se paga por seguir a Cristo. El sacrificio es siempre parte de la vida del cristiano. Nada, sin embargo, puede compararse con lo que Jesús tiene reservado para los que le permanecen fieles hasta el fin.
Comentario Bíblico
I. La guerra espiritual (2 Corintios 10:1-6)
A. Una súplica tierna
Pregunta: ¿Por qué era de suma importancia que los creyentes reconocieran la autoridad apostólica de Pablo?
Aparentemente la mayoría de los creyentes corintios apoyaban a Pablo. Sin embargo, la minoría que se le oponía era implacable en sus esfuerzos para desacreditar su ministerio. Las repetidas denuncias hechas contra Pablo lo hicieron responder a los ataques. El estaba preocupado por el daño hecho a su autoridad apostólica, no a él. Si ese grupo podía destruir la confianza de los corintios en esa autoridad, el ministerio de Pablo a ellos se volvería ineficaz.
Con ternura Pablo suplicó a la iglesia recordándole la mansedumbre de Cristo, no con la mano de hierro de un dictador. Sin embargo, como se puede notar, Pablo no quería que nadie confundiera su ternura con la timidez cuando se trataba de la causa del evangelio. Sus enemigos lo habían acusado de ser valiente sólo cuando estaba ausente. Decían que Pablo expresaba sus reprensiones por carta, pero que era demasiado cobarde para hacerlo cuando estaba presente en Corinto. Pablo le suplicó a la iglesia que cuando regresara, no le hicieran demostrar a sus enemigos el valor que decían que no tenía (versículo 2). Prefería servirles con mansedumbre y ternura.
B. Las armas del Espíritu
Esta minoría de individuos ruidosos acusaba a Pablo de tener los mismos motivos de los mundanos. Pablo le hizo frente a esa calumnia. El caminaba "en la carne" (versículo 3) sólo en el sentido que todos los humanos deben vivir en su cuerpo en este mundo.
Sin embargo. Pablo no dirigía su vida de acuerdo a las normas humanas pecaminosas. Sabía que estaba en una batalla espiritual así que nunca trató de pelear con armas carnales. Es inútil utilizar la sabiduría y habilidades humanas contra los enemigos espirituales. El más sabio no puede hacer nada contra las fuerzas espirituales malignas.
Pablo echó mano de las armas que el Espíritu Santo suple (versículo 4). Luchó contra el enemigo con armas que incluían la oración de intercesión, la Palabra de Dios y los dones sobrenaturales del Espíritu. Estas armas pueden echar abajo toda resistencia que Satanás lanza.
Pregunta: ¿Cuáles son algunas fortalezas de Satanás en la sociedad de hoy?
Aunque las "fortalezas" mencionadas en el versículo 4 no se especifican, en seguida podemos reconocer algunos ejemplos. Satanás usa instrumentos humanos para fortificar sus defensas y afirmar su lucha contra Cristo. La gente impía hace un esfuerzo conjunto para resistir a la autoridad de Dios. Algunas veces hay organizaciones que atacan al cristianismo directamente, tal como los gobiernos que declaran ilegal la propagación del evangelio. Existen fuerzas que promueven la actividad pecaminosa dentro de la sociedad, tales como la pornografía y las drogas. Las religiones falsas pueden alcanzar popularidad. En cualquiera de estos casos, los enemigos de la Iglesia podrían estar respaldados por lo que parece ser un fondo grande de finanzas. Nombres de personas celebres podrían asociarse con estas fortalezas. Oponerse a ellas con eficacia está más allá de los recursos personales o capacidades de cualquier cristiano, pero Pablo dijo que las armas del Espíritu son más poderosas.
Pregunta: ¿Por qué es importante que el fundamento doctrinal de la Iglesia se mantenga firme?
Luego de dar una descripción de las fuerzas que se han afirmado para la batalla contra la obra de Dios, Pablo expresa su deseo de restaurar la potencia espiritual de la iglesia en Corinto. Quería estar seguro de que la mayoría de los creyentes corintios estaban firmemente establecidos en la fe y el respaldo de su ministerio. Cuando estuviera seguro se prepararía para tratar con los pocos que todavía dividían a la congregación (versículo 6).
Los enemigos que los cristianos enfrentan son formidables. Cada creyente tiene desafíos que ponen a prueba su fe más allá de los límites de su propia fuerza, pero es precisamente entonces cuando la victoria espiritual está a su alcance. Como Pablo dice dos capítulos más adelante, el poder de Dios se perfeccionará cuando lo débil del hombre confíe en Él (12:9). El temor no tiene que paralizarlo. El Espíritu de Dios pone a la disposición de los cristianos armas espirituales con las que pueden obtener la victoria contra la oposición más resuelta.
II. Confrontación de falsos maestros (2 Corintios 11:2-4,13-15)
A. Debilitación del fundamento
En la batalla de Satanás contra la Iglesia, la mayoría de sus ataques no son de frente. Una de sus estrategias más eficaces es la de debilitar el fundamento doctrinal de la Iglesia al propagar el error. Pablo temía que los emisarios del diablo en Corinto estaban usando esta táctica.
Pablo usó como ejemplo la seriedad y santidad de la relación matrimonial para ilustrar la de la Iglesia con Cristo. Se consideraba como un padre y a la iglesia en Corinto como la hija virgen que le había prometido a Cristo como novia. Estaba consciente de otros que competían por sus afectos, y se despertó su celo santo.
El comparó las artimañas de esos engañadores con la astucia de Satanás cuando engañó a Eva. El conocía la estrategia del enemigo y su astucia al tratar de ganarse el favor de la novia de Cristo. "Sincera fidelidad" se refiere a la devoción pura y sin desvíos que había caracterizado la relación de los corintios con Cristo en el pasado. Si ellos se rendían a las enseñanzas de los falsos apóstoles, esa sincera fidelidad seria destruida (versículos 2-4).
B. Expertos en el engaño
Tenga en cuenta el engaño triple que el mensaje de los falsos maestros presentaba: Jesús, espíritu y evangelio diferentes (versículo 4). Nadie debe pensar que una enseñanza no puede investigarse para ver si es errónea sólo porque el nombre de Jesús se menciona en ella. La gente a veces usa el nombre de un personaje célebre para beneficio propio; los falsos maestros religiosos también usan el nombre de Jesús con el mismo fin. En la época de Pablo, fue "otro Jesús." El espíritu que impulsaba a los falsos apóstoles en Corinto no era el Espíritu Santo sino "otro espíritu". Su "evangelio" puede haber parecido espiritual, pero era como el que Pablo mencionó en Gálatas 1:6,7: "No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo". Era otro mensaje religioso, no el de las buenas nuevas de Jesucristo.
Pregunta: ¿De qué manera sigue el error religioso moderno reflejando las mismas faltas básicas señaladas por Pablo?
El "otro Jesús" de los falsos maestros religiosos modernos a menudo es una persona de hermoso carácter y lleno de buenas enseñanzas y dichos maravillosos. Es un ejemplo de bondad y amor. Poco dispuestas a aceptar la divinidad del verdadero Jesús, las religiones falsas presentan a un Jesús que ocupa el mismo nivel de importancia que los otros maestros religiosos de la historia. No es el Jesús del Nuevo Testamento. El Jesús que esa gente predica no es el Hijo de Dios nacido de una virgen; el Salvador del mundo que murió, resucitó y ascendió a los cielos; el Juez y Rey venidero.
En los versículos 13-15 Pablo exhorta a los cristianos a no juzgar a los maestros religiosos sólo por sus apariencias. Los falsos maestros hacen todo lo posible por parecer genuinos. Ellos usan muchas de las mismas expresiones de los maestros cristianos. Para tener éxito en el engaño, siguen el ejemplo de Satanás, que es su líder. Satanás no le presenta una cara horripilante al mundo. Se acerca a la gente para ofrecerle muchos placeres y cosas hermosas. Con su falsa "religión" Satanás les da una apariencia de espiritualidad a los estilos de vida que promueve. Las primeras tentaciones que Satanás presenta a la gente no siempre son hechos aparentemente terribles, aunque estos pueden venir después que sus víctimas han caído en la red, engañadas por su disfraz de ángel de luz. Como Satanás, los falsos maestros pueden paulatinamente llevar a los inocentes cada vez más profundo en el pecado. También, como Satanás, ellos tendrán que estar ante el tribunal de Dios. Su fin ha de ser conforme a sus "obras" (versículo 15).
Las enseñanzas religiosas falsas pueden diferir en muchos aspectos, pero tienen una serie de características en común. Esas enseñanzas promueven una religión de obras, y niegan que el hombre necesita a un Salvador. Muy a menudo, rechazan el principio de que el hombre ha de dar cuenta a Dios de sus decisiones. Las enseñanzas falsas no reconocen a Jesús como el Hijo de Dios, aunque a veces usan el mismo lenguaje para engañar y encubrir ese hecho. Rechazan la expiación, la resurrección y la segunda venida de Cristo. Los cristianos deben estar al tanto del lenguaje engañoso de los falsos maestros. Su terminología suena bien pero es sólo un disfraz para sus mentiras. Los cristianos no pueden darse el lujo de ser crédulos y aceptar toda enseñanza que parezca religiosa. Deben estar llenos del Espíritu y tener un buen entendimiento de la Palabra escrita para mantenerse alerta contra las estratagemas de Satanás.
III. Sufrir por Cristo (2 Corintios 11:23-31)
A. Los conflictos de un apóstol
Pregunta: ¿Por qué dijo Pablo que hablaba como loco al mencionar sus sufrimientos?
Los conflictos espirituales pueden llevarlo a uno a sufrir físicamente como dijo Pablo. Su relato de lo que tuvo que sufrir fue la respuesta a los reclamos de los falsos apóstoles de Corinto. Pablo no era jactancioso, así que cuando sintió la necesidad de jactarse para compararse a los engañadores, dijo lo siguiente como prólogo a su comentario: "Como si estuviera loco hablo" (versículo 23). Es decir, que tenía que hablar de esa manera para referirse a las acusaciones de que era objeto.
El apóstol retó a los engañadores a que se asemejaran a él en lo que había sufrido por Cristo. El trabajó constantemente más que cualquiera de ellos; fue azotado, sufrió prisiones y estuvo en peligros de muerte a causa de Cristo y su ministerio. Tales cosas no les ocurrieron a los falsos apóstoles.
Algunos de los sufrimientos que Pablo mencionó están registrados en el libro de Hechos. Por ejemplo, el naufragio. Fue azotado ocho veces, cinco de las cuales fueron los cuarenta azotes menos uno administrados por los judíos de las sinagogas. Sólo los azotes recibidos en Filipos se describen en Hechos 16:22,23. Los detalles de la lapidación en Lisera pueden encontrarse en Hechos 14. Pablo también mencionó una noche y un día pasados en alta mar.
Pablo viajaba constantemente para propagar el evangelio. A menudo cuando viajaba, corría el riesgo de que le hicieran daño. Ya fuera en alta mar, las ciudades o el campo, sabia que corría muchos peligros. Había ladrones en los lugares por donde viajaba. Algunos de los hombres que pretendían ser "hermanos en la fe" eran sus enemigos. Y hasta la gente a la que trataba de alcanzar con las buenas nuevas de Cristo lo trataron mala en más de una ocasión. Pablo a menudo estaba adolorido y agotado. Tenía noches de insomnio y a veces sufría hambre y pasaba frío por falta de suficiente ropa.
B. El sufrimiento Interno
El sufrimiento físico no fue el único de Pablo. Siempre sentía la responsabilidad de cuidar las iglesias. Si un creyente era débil o caía en el pecado, Pablo sentía compasión por él. ¿Acaso sus detractores podían decir lo mismo? Pablo concluyó al decir que si tenia que jactarse ("gloriarse") lo haría de las cosas que mostraran su debilidad. Pablo podía clamar a Dios para que diera testimonio de la verdad.
Pregunta: ¿Cómo puede el sufrimiento interno ser a veces tan severo como el maltrato físico?
Algunos creyentes tal vez no sean llamados a sufrir la clase de dificultades físicas de Pablo, pero tarde o temprano su identificación con Cristo hará que tengan que hacer alguna clase de sacrificio. Siempre que el cristiano enfrente las pruebas. Dios estará presente para ofrecerle su poder sustentador. Pablo aprendió que a medida que sus debilidades físicas se volvían más evidentes durante las pruebas, el poder espiritual de Dios era más abundante. No importa qué pruebas enfrente el cristiano, la gracia de Dios es suficiente.
Aplicación
Las batallas espirituales deben pelearse con armas espirituales. Como los soldados en la guerra, los cristianos deben ser diestros en el uso de esas armas. Si las descuidan sabrán que es imposible vencer al enemigo. Los creyentes deben afirmarse en las Escrituras para poder usar las verdades de Dios contra Satanás tal como Jesús hizo cuando fue tentado. Los cristianos deben orar para obtener poder para vencer las fortalezas de Satanás que como humanos no pueden derribar. Deben depender del poder y la gracia del Espíritu Santo que lleva a cabo lo que ellos nunca podrían hacer solos.
El estudio de esta semana les da una respuesta a los que creen que la doctrina verdadera no es importante. Las falsas enseñanzas pueden destruir la vida del creyente y dividir a las congregaciones. Los creyentes deben estar firmes en los caminos de Dios tal como los determinan la vida de Jesús y la Palabra escrita, para ayudar a otros que hayan sido engañados por el error y la mentira. Los falsos maestros son buenos promotores de lo que propagan. Los cristianos no deben creer todo lo que oyen, ni pensar que deben aceptar todo lo que parezca religioso.
Ningún sufrimiento es agradable, pero a veces puede ser el precio que se paga por seguir a Cristo. El sacrificio es siempre parte de la vida del cristiano. Nada, sin embargo, puede compararse con lo que Jesús tiene reservado para los que le permanecen fieles hasta el fin.
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